Agagianian, el armenio que dirigió las misiones católicas en el mundo
- On 15 de noviembre de 2022
OMPRESS-ROMA (15-11-22) El pasado viernes tenía lugar en Roma, en la hermosa basílica de San Juan de Letrán, el comienzo de la causa de beatificación del cardenal Agagianian, el que fuera, de 1960 a 1970, prefecto de la Congregación de Propaganda Fide, el hoy Dicasterio para la Evangelización. La ceremonia estuvo presidida por el cardenal De Donatis, vicario de la diócesis de Roma y con la presencia de su Beatitud Raphaël Bedros XXI Minassian, Patriarca de Cilicia de los Armenios Católicos, patria de Agagianian.
Prefecto de Propaganda Fide durante diez años a partir de 1960, moderador del Concilio Vaticano II y antes Patriarca de Cilicia, el siervo de Dios Gregorio Agagianian, fue un verdadero anunciador del Evangelio que no se cansó de buscar la justicia y la paz. Nacido en 1895 en la actual Georgia, completó sus estudios en Roma en la Pontificia Universidad Urbaniana. Sacerdote desde 1917, permaneció en la Ciudad Eterna hasta que obtuvo su doctorado, luego fue enviado como párroco a Tblisi. Sin embargo, su relación con Roma nunca se rompió: pronto fue nombrado rector, primero del Pontificio Colegio Armenio, y luego de la misma Urbaniana. En 1937 fue elegido, e inmediatamente confirmado por el Papa, patriarca catholicos de Cilicia por el Sínodo de los Obispos de la Iglesia Católica Armenia, tomando el nombre de Gregorio Pedro XV. Fue Pío XII en 1946 quien lo creó cardenal. Luego se convirtió primero en presidente de la Comisión Pontificia para la redacción del Código Oriental de Derecho Canónico, para pasar finalmente a dirigir Propaganda Fide. Fue uno de los cuatro moderadores del Concilio Vaticano II por elección del Papa Pablo VI, desempeñando un papel esencial en la preparación del decreto misionero Ad gentes y de la Constitución sobre la Iglesia en el mundo moderno Gaudium et spes. Fallecería en 1971.
El postulador de su causa, Fray Carlo Calloni, explicaba en una entrevista a Vatican News que “ser prefecto de la propaganda Fide significaba estar en el centro del anuncio del Evangelio. Muchos territorios dependían de Propaganda Fide como África, Asia, parte de América Latina. El cardenal Agagianian fue el primer prefecto en visitar personalmente las misiones, mostrando cómo se podía llevar el Evangelio a aquellas tierras”. De Pakistán a Tailandia, de Birmania a Taiwán, de Australia a Filipinas, de Vietnam a Japón e India, el cardenal se encontraba “con los enfermos, los huérfanos, los leprosos, los presos, todos aquellos que tenían necesidades materiales o sufrían miseria”.
Según Calloni, Agagianian fue el precursor de los viajes papales. “Juan XXIII hizo pequeños viajes a Asís y Loreto. Pablo VI, en cambio, comenzó con grandes viajes a Tierra Santa, Filipinas y América Latina. Agagianian fue físicamente a estos lugares llevándose consigo su historia como católico, como cristiano, como armenio. Una historia también dramática”.
Agagianian, añade, como legado “nos deja esta universalidad del llamamiento a la justicia y la paz: Roma, la ciudad a la que sentía pertenecer, sigue siendo el lugar donde se puede manifestar y gritar que el mundo necesita justicia y necesita paz”.