OMPRESS-ETIOPÍA (14-09-22) Los obispos católicos etíopes han hecho un llamamiento por la paz, tras volver a reanudarse la lucha en el norte de Etiopía meses después de la declaración de una tregua humanitaria indefinida por parte del gobierno. El conflicto de Tigray comenzó en noviembre de 2020 en esta región etíope, una verdadera guerra civil que ha dado como resultado una gran crisis humanitaria. Según datos de la ONU, a pesar de los esfuerzos llevados a cabo hay 4,5 millones de personas que necesitan ayuda y asistencia urgente. Como consecuencia, en marzo de este año el gobierno etíope declaró una tregua para que la asistencia humanitaria pudiera llegar también a Tigray.

Los obispos etíopes han hecho un llamamiento “a todas las partes a que depongan las armas y apuesten por las opciones de paz, prioricen el diálogo y opten por acabar con el sufrimiento de nuestros ciudadanos”, que han recordado además las “cicatrices dejadas por la guerra”, especialmente en los niños, las mujeres y los ancianos.

Según diversas informaciones, los enfrentamientos se han reanudado en la frontera que separa Tigray del resto de Etiopía, en la ciudad de Kobo, rompiendo así el alto el fuego declarado en marzo. Los obispos han manifestado su profunda tristeza: “La Iglesia católica etíope, por sí misma y conjunto a otras confesiones religiosas, ha pedido con frecuencia a todas las partes que aprovechen la paz”, pero “cuando todos estábamos esperando conversaciones de paz y hacer nuestras respectivas contribuciones, cuando nuestra gente inocente está sufriendo hambre, enfermedades y daño psicológico, está desplazada de sus hogares, y nuestra nación entera sufre bajo la presión del coste de la vida, es absolutamente inaceptable para cualquiera de las partes volver a entrar en guerra”. Y es que, añaden, “es un hecho obvio que la guerra está conduciendo a la destrucción de la riqueza nacional y a la depresión económica”.

La Iglesia anhela que “se detenga” la agonía de las personas que viven en Tigray, Amhara, Afar y otras zonas del país y promete colaborar con otras confesiones religiosas para contribuir a los “procesos de diálogo que conducen a paz”.

“Aceptando el llamamiento a la oración del Consejo Interreligioso de Etiopía, instamos a todos los católicos y, de hecho, a todo el pueblo de Etiopía a unirse en oraciones durante cinco días en el próximo mes de pagumen por la intención de paz y estabilidad en nuestro amado país Etiopía”. Y de hecho así se está celebrando en estos días, en el pagumen, el decimotercer mes del calendario ortodoxo etíope que únicamente tiene cinco días y cae en estas fechas de septiembre.