El despertar de la Iglesia camboyana tras la aniquilación
- On 26 de enero de 2022
OMPRESS-CAMBOYA (26-01-22) El tercer seminarista camboyano acaba de partir con destino a Bangkok donde comenzará sus estudios para prepararse al sacerdocio. Es toda una alegría para la pequeña iglesia camboyana, que corrió el riesgo de ser aniquilada. Antes de la casi aniquilación de la Iglesia y la expulsión de todos los misioneros extranjeros durante el régimen comunista genocida de Pol Pot y los Jemeres Rojos (1975-1979), casi 62.000 católicos vivían en Camboya. Los misioneros regresaron en la década de 1990 después del final de la guerra civil para reconstruir la Iglesia local de sus cenizas. Hoy cuenta con cerca de 25.000 fieles.
Por eso, un nuevo seminarista es toda una alegría. “Después de prepararse durante unos 3 meses para aprender el idioma tailandés, Lo Kroem, un seminarista jemer, se va al Seminario Mayor Lux Mundi en Tailandia”, cuenta el padre Roeung, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Laos y Camboya. “Lo Kroem, de la iglesia de Koh Sla, una pequeña comunidad jemer en Kampot, Provincia del Vicariato Apostólico de Phnom Penh, continuará sus estudios alojándose en el Major Lux Mundi, y se une al grupo Michael y al programa Emanuel (grupo y programa para ayudar a los jóvenes a discernir su vocación), después de graduarse y asistir al año preparatorio en el seminario mayor St John Mary Vianney en Phnom Penh. Será el cuarto seminarista khmer de la Iglesia local en Camboya estudiando en el seminario mayor de Tailandia. Ahora mismo ya hay tres seminaristas khmer que residen en Tailandia y están en tercer año de Filosofía. Por favor oren por él y por el futuro de la Iglesia local en Camboya”. En el seminario Lux Mundi recibirá la ayuda de las Obras Misionales Pontificias.
El 95% de la población de Camboya es de etnia khmer, con minorías vietnamitas y chinas, además de otras como los bunong. De hecho el pasado diciembre se ordenaba un diácono de esta etnia, que habita en las montañas entre Camboya y Vietnam.
De los tiempos difíciles queda el testimonio de unos pocos cristianos valientes y mártires que mantuvieron encendida la luz de la fe. De hecho, 35 mártires de Camboya y Laos, asesinados o dejados morir entre 1970 y 1977, están en proceso de beatificación.