El obispo de la jirafa

  • On 28 de octubre de 2021

OMPRESS-HONG KONG (28-10-21) Mons. Stephen Chow Sau-yan, jesuita, ha sido nombrado por el Papa Francisco obispo de Hong Kong. Una de las áreas urbanas más densamente pobladas del mundo, a todo el mundo le ha llamado la atención que en su escudo episcopal haya una jirafa.

Como a todo el mundo le ha llamado la atención que en su escudo hubiera un animal que no parece tenga mucho que ver con Hong Kong, el nuevo obispo ha explicado su significado. El largo cuello de la jirafa se extiende más allá de los límites del escudo. Para Mons. Chow, este cuello largo simboliza poder ver el panorama general. “La miopía puede causar miedo en uno mismo. Mirar con visión puede ayudar a uno a calmarse”, decía el obispo electo. Chow también señaló que las jirafas son conocidas por tener corazones grandes para bombear suficiente sangre a sus cabezas y, por lo tanto, pueden considerarse un símbolo de generosidad. El corazón de una jirafa puede pesar hasta 25 libras y tiene un ventrículo izquierdo grande. El sacerdote jesuita, que fue antes profesor en el Wan Yan College, explicaba que esta idea del corazón grande solía compartirla con sus alumnos.

Junto con la jirafa, el escudo de Chow también incluye algunas imágenes cristianas tradicionales, incluida la paloma, símbolo bíblico del Espíritu Santo y un sol que contiene el monograma de IHS para el nombre de Cristo, símbolo de la Compañía de Jesús. Un símbolo que también tiene el escudo episcopal del Papa Francisco. El lema episcopal de Mons. Chow también es otro guiño a su identidad jesuita. En el centro del escudo hay un nudo celta multicolor, símbolo de “unidad en pluralidad”. Debajo hay un puente colgante rojo, el puente Tsing-Ma de Hong Kong, símbolo, según él de la misión de la Iglesia de hacer puentes.

El misionero Kike Figaredo, prefecto apostólico de Battambang, en Camboya, y también jesuita como Mons. Chow, suele proponer la jirafa como un ejemplo a seguir. En muchas de sus intervenciones invita a todos a ser jirafas. La primera razón es la misma del corazón grande. Las jirafas tienen el corazón más grande de todos los animales terrestres, un corazón grande para amar. Además, estos animales, con su cuello de tres metros, ven por encima de la selva, es decir, tienen una visión universal, más allá de los pequeños problemas. Las jirafas, por si fuera poco, siempre están junto a los otros herbívoros, a los que avisan si hay algún peligro: es un líder, pero siempre junto a los demás…

 

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