Gratitud al Papa desde la situación dramática que se vive en Manaos
- On 5 de febrero de 2021
OMPRESS-BRASIL (5-02-21) El arzobispo de Manaos, Mons. Leonardo Steiner, ha agradecido al Papa Francisco su solidaridad con el pueblo del Estado de Amazonas, Brasil, que ha sufrido las consecuencias del aumento de los casos de covid-19 y el colapso del sistema sanitario. Ya en la audiencia general del miércoles día 20 dirigió su oración por las víctimas del coronavirus, especialmente en Manaos: “Estos días mi oración es por los que sufren la pandemia, especialmente en Manaos, en el norte de Brasil. Que el Padre de la Misericordia los sostenga en este momento difícil. ¡Os bendigo de todo corazón!”, decía el Papa.
Este pasado domingo llegaban a Manaos 20 concentradores de oxígeno y 50 Bipap, máquinas de respiración asistida. Mons. Steiner ha agradecido “la generosidad de tanta gente, especialmente la generosidad del Papa Francisco”. Por eso, añadía, “queremos agradecer al Santo Padre este gesto de solidaridad y este gesto de consuelo. Es una forma de que él esté presente entre nosotros y esta presencia del Santo Padre nos ayuda, nos anima a seguir en servicio y presencia con nuestros hermanos que más sufren”. Según el arzobispo de Manaos, el equipo recibido será enviado al interior del Estado de Amazonas: “Estamos viendo con los hermanos de nuestras diócesis donde hay más necesidad. Así poco a poco vamos tratando de ayudar, gracias a la solidaridad y el amor de tantos hermanos”.
Desde finales del año pasado, el Estado de Amazonas ha experimentado un aumento en los casos de covid-19 y tiene casi todas las camas clínicas y las unidades de cuidados intensivos (UCI) ocupadas, tanto públicas como privadas. En enero, 2.832 personas murieron oficialmente en este Estado, víctimas del Covid-19. Ante la situación la Regional Norte 1 de la Conferencia Episcopal Brasileña – la más grande del mundo que se articula en zonas regionales – lanzaba la campaña “Amazonas y Roraima cuentan con su solidaridad”, que ha despertado la solidaridad de muchas personas, en Brasil y en el extranjero. Las aportaciones que llegan del Papa, de las diócesis, de las congregaciones y de muchos particulares se están enviando a municipios del interior donde hay pequeños hospitales que pueden atender a personas que no se encuentren en situaciones muy graves.