En este número de Gesto, nos estamos preparando para vivir la próxima fiesta de los niños misioneros y descubrir a fondo lo que significa su lema, “Con Jesús Niño a Nazaret: ¡Somos Familia!”.

Por eso, estamos asomándonos a Nazaret para fijarnos en la familia más bonita del mundo, la de Jesús, y aprender con ellos a ser misioneros en nuestras familias. Y, para ello, es importante descubrir que, sea como sea, nuestra familia es un tesoro.

Y es que tener un padre, una madre, hermanos o un hogar donde te cuidan, es ¡un regalo inigualable! Quizá para ti, ahora mismo, no sea fácil de ver porque ese tesoro esté algo escondido. Estés como estés en casa… Sigue estas pistas y ¡descúbrelo!

¿Qué es lo mejor de tu familia? ¿Qué vives en casa que te hace feliz?

¿Qué me aleja del amor en mi familia? ¿Hay alguien de casa a quien tendría que decir “lo siento”?

¿Qué necesita mi familia de mí? ¿Qué puedo regalarles?

A veces resulta difícil que haya amor en casa… Pero hay que abrirle paso. ¿Qué necesito que Dios cure en mi familia? ¿Dónde y en qué situaciones tengo yo que poner amor?

Si nos cuidamos en casa, el amor crece. La clave es mirar el corazón de cada persona con la que vivo, como hacía Jesús. Y decirles: TE QUIERO

Y es que quizá no sea perfecta pero… es tu tesoro.

Y recuerda… Jesús os acompaña siempre y comparte vuestras alegrías pero también los momentos más difíciles. ¡Hazle sitio en tu hogar!

Por Isabel Gutierrez.