Luto en la familia vicenciana por el fallecimiento del padre José Mazuelas
- On 22 de septiembre de 2020
OMPRESS-CÓRDOBA (22-09-20) Misionero Paúl, fue director de Cooperación Vicenciana para el Desarrollo-Acción Misionera Vicenciana de España (COVIDE-AMVE) desde 2008 a 2013, desde la que han valorado “su compromiso por el desarrollo integral de los más pobres del mundo, su entrega por la evangelización y solidaridad para que nadie quedase atrás en el camino de una vida plena”.
Un compañero en la Congregación de la Misión, el padre Celestino Fernández, ha hecho una semblanza del padre Mazuelas: “Hoy, jueves 17 de septiembre de este año 2020, ha fallecido en nuestra casa y comunidad de Andújar (Jaén) el P. José Mazuelas Morilla, C. M. El triste suceso ha ocurrido a las 10,30 horas de la mañana. El P. José Mazuelas llevaba tiempo con la salud bastante delicada, pero nadie esperaba un desenlace fatal. Ha fallecido repentinamente.
El P. José Mazuelas Morilla, C. M. nació en Montoro (Córdoba), el 30 de octubre de 1958, aunque, siendo él muy pequeño, la familia se trasladó definitivamente a Andújar (Jaén). Ingresó en la Congregación de la Misión el día 1 de septiembre de 1977, en Hortaleza (Madrid). Fue ordenado sacerdote el 21 de junio de 1984, en Madrid, de manos de Mons. César Alves Ferreira, C. M. El P. José Mazuelas (llamado por todos cariñosamente “Pepe”) tuvo una amplia andadura sacerdotal y vicenciana. Su ministerio principal y fundamental lo desarrolló en el campo de la pastoral parroquial. Pero también gastó su vida en la animación, coordinación y dirección misionera “ad gentes”. Tampoco fue ajeno a servicios de acompañamiento a las Hijas de la Caridad, al laicado vicenciano, sobre todo a la AIC, y la participación en alguna Misión popular.
Su primer destino, recién ordenado sacerdote, fue como vicario en la parroquia de San Agustín, en Melilla, en 1984. A continuación, fue enviado, también como vicario, a la parroquia de San Vicente de Paúl, en el barrio madrileño de Carabanchel. Su tercer destino fue, como superior y párroco, a la comunidad y parroquia de Cristo Salvador, en el barrio de Hortaleza (Madrid). A finales de los años 90, fue destinado a la parroquia de la Milagrosa, de Ávila. En el año 2001, llegó a la Apostólica Reina de los Apóstoles, de Andújar, como profesor. Su ministerio parroquial se completa, durante los 15 años siguientes, con los destinos a la parroquia de San Roberto Belarmino, en Madrid; a Valdemoro, como superior; a la parroquia de Cristo Salvador; a la comunidad de Granada, como superior; y, finalmente, a la comunidad y parroquia de la Divina Pastora de Andújar (Jaén), donde ha fallecido.
Pero uno de sus servicios más destacados y destacables, y donde el P. Pepe Mazuelas trabajó mucho y muy bien, fue en COVIDE-AMVE (Cooperación Vicenciana para el Desarrollo-Acción Misionera Vicenciana de España), una ONG para el Desarrollo integrada por las Hijas de la Caridad y la Congregación de la Misión de España. Aquí trabajó con tesón, con entusiasmo y con verdadero espíritu evangelizador en el cargo de Director, desde el año 2008 hasta el 2013. El P. Pepe Mazuelas, C. M. fue un Misionero paúl de hoy, viviendo, desde el carisma vicenciano, las realidades y los acontecimientos diarios. Fue también un luchador contra las adversidades, especialmente contra la fuerte crisis de salud que tuvo en octubre del año 2000. Su fuerza de voluntad y sus ganas de vivir hicieron que superara esa grave dificultad. Su cercanía, su humor especial, su servicialidad, sus actitudes positivas para la convivencia hacían de él un grato compañero de comunidad. En definitiva, un buen Misionero según el corazón de San Vicente de Paúl.
La familia del P. Pepe Mazuelas ha estado siempre muy unida a la Congregación de la Misión. Hay que recordar que tuvo un hermano, mayor que él, el muy recordado P. Juan Mazuelas, C. M., que falleció joven el 17 de diciembre del año 1997”. El padre Celestino comunicaba el lugar en que sería inhumado el padre José, el pasado jueves, en el cementerio de Montoro (Córdoba) junto a su difunta madre, y concluía: “Descanse en la paz del Señor”.