Fallece Mons. Camilo Lorenzo, obispo de Astorga y gran animador misionero
- On 14 de julio de 2020
OMPRESS-ASTORGA (14-07-20) Miembro durante muchos años de la Comisión Episcopal de Misiones, “don Camilo” era un obispo entrañable, que estuvo al frente de la diócesis de Astorga durante veinte años. Mons. Camilo Lorenzo Iglesias fallecía en la mañana de este lunes 13 de julio, a los 79 años de edad, tras agravarse su estado de salud en los últimos días. Hoy está abierta la capilla ardiente, en el Seminario de Astorga, y su funeral y posterior entierro en la Catedral tendrán lugar mañana miércoles a las 12:00h.
Nacido en Porto do Souto – S. Mamed de Canda, Orense, el 7 de agosto de 1940, realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Orense entre 1954-1966. Cursó la Licenciatura en ciencias Químicas por la Universidad de Santiago de Compostela entre 1966 y 1972. Vicario parroquial de Nuestra Señora de Fátima en Orense, entre 1972 y 1983, fue Rector del Seminario Menor de Orense entre 1983-1992 y Rector del Seminario Mayor entre 1992-1995. En 1995 era nombrado obispo de Astorga, y ha estado y ha estado al frente de la diócesis asturicense durante 20 años (1995-2015). En la Conferencia Episcopal formó parte de la Comisión Episcopal de Misiones desde 2005 hasta su retiro.
Con la coincidencia de que hoy, 14 de julio, se celebra a San Camilo de Lelis, desde la diócesis han querido felicitar el santo a su querido obispo emérito, ya partido para la casa del Padre. Las Obras Misionales Pontificias se suman a esta felicitación y recuerdo para quien fue siempre un impulsor de la animación misionera en España, desde su diócesis, con su contacto y cariño a los misioneros, y desde las responsabilidades que ocupó en la Conferencia Episcopal.
Como escribía en una carta a los fieles de Astorga en el 2008: “Hemos de lograr que toda nuestra diócesis sea misionera. Incluso, a pesar de la escasez de sacerdotes que sufrimos, no podemos cerrar las puertas sino estimular y ayudar a los que deseen salir a los países de misión para colaborar en la evangelización en otras Iglesias. Así se manifestará el amor a Jesucristo y a aquellos que esperan, incluso sin saberlo, el anuncio de la salvación que Dios les ofrece. Porque Jesucristo da pleno sentido a la vida del hombre al colmar sus esperanzas de vivir para siempre”.