Mensaje del Papa Francisco ante la cancelación en Roma de la Asamblea de OMP

Mensaje del Papa Francisco ante la cancelación en Roma de la Asamblea de OMP

  • On 21 de mayo de 2020

La Santa Sede ha hecho pública hoy una carta del Papa Francisco a las Obras Misionales Pontificias (OMP), con motivo de la Asamblea General anual de las OMP (que ha tenido que ser suspendida por la pandemia del COVID-19). Ante la imposibilidad de asistir a la Asamblea, como habría sido su deseo, el Papa ha escrito un mensaje insistiendo en la necesidad de renovar esta institución eclesial, dejando al Espíritu Santo ser el protagonista del cambio.

En su mensaje a las Obras Misionales Pontificias (OMP), que han tenido que suspender su Asamblea en Roma, el Santo Pare les invita a renovar sus estructuras, para dejar que el Espíritu Santo sea el protagonista de la Misión. “El misterio de la Ascensión, junto con la efusión del Espíritu en Pentecostés, imprime y confiere para siempre a la misión de la Iglesia su rasgo genético más íntimo: el de ser obra del Espíritu Santo y no consecuencia de nuestras reflexiones e intenciones”.

El Santo Padre afirma que “cuando, en la misión de la Iglesia no se acoge ni se reconoce la obra real y eficaz del Espíritu Santo, quiere decir que, hasta las palabras de la misión —incluso las más exactas y las más reflexionadas— se han convertido en una especie de ‘discursos de sabiduría humana’, usados para auto glorificarse o para quitar y ocultar los propios desiertos interiores”.
Al recordar los criterios que ofreció en la Evangelii Gaudium sobre la misión (atracción, gratuidad, humildad, facilidad, cercanía en la vida cotidiana, sensus fidei y cercanía a los pobres), el Papa invita a OMP a confrontarse con ellos para emprender su renovación. Asimismo, advierte de la tentación de la “autorreferencialidad” que pueden tener las instituciones de la Iglesia.

Recuperar los rasgos esenciales de OMP

Una vez explicados los peligros, el Papa anima a OMP a recuperar sus rasgos esenciales, algunas veces eclipsados por otras iniciativas, para saber por dónde ir en el futuro. Especialmente, el Santo Padre insiste en la belleza de promover la oración entre los fieles en favor de la misión de la Iglesia, y como consecuencia y fruto de ella, la caridad. “Mi sugerencia es encontrar el modo en el que la estructura esencial de las OMP siga unida a las prácticas de la oración y de la colecta de recursos para las misionesConviene que este modelo elemental de las OMP no se olvide ni se altere”.

El Santo Padre también hace hincapié en la universalidad. “A través de las OMP se puede experimentar el misterio de la universalidad de la Iglesia, en la que la obra incesante del Espíritu Santo crea armonía entre las distintas voces, mientras que el Obispo de Roma, con su servicio de caridad, ejercido también a través de las Obras Misionales Pontificias, custodia la unidad de la fe”.

En cuanto a la petición de los donativos, el Papa ha advertido, como viene haciendo los últimos años, del “riesgo de transformar las OMP en una ONG dedicada sólo a la recaudación y a la asignación de fondos. Esto depende del ánimo con que se hacen las cosas, más que de lo que se hace”. Ha animado a seguir centrando las colectas en el conjunto de los bautizados, con una suma de muchos pocos, como el óvolo de la viuda.

Renovación de una Obra centenaria

Obras Misionales Pontificias (OMP) es una institución eclesial, compuesta por cuatro obras, que nacieron de iniciativas particulares surgidas en el siglo XIX y principios del XX. En 1922, viendo la riqueza que estas iniciativas ofrecían a la Iglesia Universal, el Papa Pio XI las asumió como suyas, y les dio el carácter de “pontificias”. Desde entonces, han servido a la Iglesia universal, despertando la pasión misionera de todos los bautizados y moviéndoles a participar en la misión a través de la oración y la caridad. Con los donativos recogidos en todo el mundo, esta institución que se extiende por todo el mundo, sostiene la presencia de la Iglesia en los llamados “Territorios de Misión”, concretamente 1.111 diócesis –un tercio de toda la Iglesia-.

Como todas las iniciativas, estas deben actualizarse a la luz de los nuevos tiempos, y dejar al Espíritu Santo que indique el camino que deben seguir, para continuar siendo un instrumento válido y eficaz al servicio de la misión. El Papa pide ahora para esta Obra centenaria una puesta al día de los carismas que le dieron origen.

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