No queremos esperar a las lágrimas para ponernos en movimiento
- On 19 de mayo de 2020
OMPRESS-PERÚ (19-05-20) Desde el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, en plena Amazonia, su obispo, el misionero David Martínez de Aguirre, presentaba la campaña “Madre de Dios. Seamos uno”, para afrontar la actual pandemia. Madre de Dios es el departamento peruano de la Amazonia en el que se encuentra el vicariato, y uno de los objetivos de esta campaña es precisamente que “a nuestra región la salvamos todos”. Como explicaba Mons. David, quieren recaudar con esta iniciativa un millón de soles – unos 270.000 euros -, de acuerdo a las estimaciones realizadas por el equipo técnico de Cáritas Madre de Dios. Al contrario que en zonas muy cercanas, la región tiene pocos infectados y sólo ha contabilizado cuatro fallecidos. En previsión de que la situación pudiera empeorar se han evaluado las necesidades que esta zona tendrá que afrontar en las próximas semanas, en coordinación con las autoridades sanitarias y administrativas para evitar duplicar gestiones y compras.
“En un primer momento”, explicaba el vicario de Puerto Maldonado, “habíamos pensado en la máquina de producir oxígeno pero, con alegría, hemos recibido la noticia de que el propio gobierno regional está haciendo ese trámite. Queremos ayudar con la compra de ventiladores mecánicos, con la implementación de camas quirúrgicas, ayudar a dotar de seguridad para que el personal sanitario pueda atendernos, pues ellos son los que nos van a proteger y, si no los cuidamos como sociedad, difícilmente les vamos a pedir que nos cuiden”.
Las cifras e historias dramáticas de los vecinos departamentos de Loreto y Ucayali han causado pesar, porque muestran lo rápido que puede aumentar el número de contagios y llevar la capacidad de afrontarlos al límite. Por eso, desde el Vicariato de Puerto Maldonado se pide prevenir antes que lamentar. “No queremos esperar a las lágrimas para ponernos en movimiento. Queremos aprender de lo que está pasando en otras regiones e intentar adelantarnos en el tiempo para evitar tanto dolor y sufrimiento como estamos viendo que están pasando en Loreto y en Ucayali. Es el momento de que todos los madrediosenses, que hemos nacido o trabajamos, que nos sentimos parte de esta bella región, que nos pongamos la camiseta, que nos comprometamos. Y hagamos ese esfuerzo de solidaridad”, animó el obispo.