Más de 300 actos en España durante el Mes Misionero Extraordinario
- On 31 de octubre de 2019
OMPRESS-MADRID (31-10-19) Hoy termina el Mes Misionero Extraordinario “Bautizados y enviados, la Iglesia de Cristo en misión por el mundo”, convocado por el Papa Francisco para toda la Iglesia para reavivar la pasión misionera de todos los cristianos. En España se han celebrado más de 300 actos en todas las diócesis españolas para celebrarlo. José María Calderón, director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP) – institución organizadora del mes-, anima a que este ímpetu se mantenga todos los meses del año.
La misión ha resonado con fuerza en España en este Mes Misionero Extraordinario, en el que se ha implicado toda la Iglesia. A nivel nacional, con un congreso misionero que reunió en Madrid a más de 380 asistentes, entre teólogos, misioneros y encargados de animación misionera. También con el autobús del Domund, que ha recorrido gran parte de la geografía española. Todo ello a ritmo del rap misionero “Cadena de Bondades”, de Grilex y Not From This World como sintonía del Mes Misionero Extraordinario, que ha puesto a bailar a muchas parroquias y colegios.
A nivel diocesano, se han celebrado más de 300 actos en diferentes puntos del país: cerca de 200 Eucaristías y encuentros de oración misionera, 10 exposiciones, 50 conferencias y mesas redondas, 3 pregones, 9 conciertos y festivales misioneros, 5 marchas… Incluso un safari misionero, o un concurso de boleros. Actividades para todos los públicos –todas las edades y condiciones eclesiales-, que han tenido como principales protagonistas a los misioneros, y como único objetivo recordar que todos los bautizados son misioneros.
“No es momento aún de hacer balance ni de hacer proyectos de futuro ingenuos o utópicos, sino de comprobar que ‘algo nuevo está naciendo ¿no lo notáis?’ (Is 43, 19): el deseo de que Cristo sea conocido y amado por todos”, explica José María Calderón, director nacional de OMP de España al finalizar esta iniciativa mundial. “El Mes Misionero Extraordinario se acaba, pero lo que no puede acabar es el ímpetu que el Espíritu Santo ha puesto en el corazón de los cristianos. La misión ha dejado de ser -si es que alguna vez lo fue- algo de unos pocos y de un determinado momento. Ahora lo es de todos los cristianos y en todo momento”.