Animar a la misión en Europa, encuentro en Amsterdam
- On 20 de marzo de 2019
OMPRESS-MADRID (20-03-19) La semana pasada, del 12 al 15 de marzo los directores nacionales de las Obras Misionales Pontificias de Europa se reunieron en Amsterdam, Países Bajos. Entre los asistentes se encontraban los directores de Escandinavia, Rumania, Francia, Alemania, Suiza, Países Bajos, Alemania-Munich, Alemania-Aquisgrán, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Austria, Escocia, Inglaterra y Gales, España y Bélgica.
El padre Karl Wallner, director nacional de Austria, abrió este encuentro europeo con una intervención sobre San Pablo, como primer animador misionero, hasta el punto que podría ser considerado primer presidente de las OMP. El “Fundraising as instrument of Faithraising” (la recaudación de fondos como instrumento para el aumento de la fe) y San Pablo y la colecta para la Iglesia de Jerusalén, fueron algunos de los puntos de su intervención. Las cartas del apóstol dan testimonio de su preocupación por llevar a Cristo a los lugares donde no había sido predicado aún, además muestran cómo animaba también a ayudar materialmente a las iglesias hermanas en sus necesidades básicas.
El padre Guy Bognon, secretario general en Roma de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, explicó la situación de esta Obra que recauda fondos para las vocaciones en los países de misión y los proyectos de futuro de la misma.
Se trató también el tema de la recaudación de fondos y el curso que, al respecto, se impartió en Roma, todo ello a cargo de Christophe Sevenster, de las OMP de los Países Bajos, y del diácono Martin Brunner, director de las OMP de Suiza.
Se aprovechó para discutir de temas que son actualidad y cómo asumirlos desde las Obras Misionales: las noticias sobre la Iglesia que inundan los medios de comunicación; la situación económica de algunos países europeos y las dificultades que las leyes ponen para la recaudación; la cooperación que pueden prestarse entre las direcciones nacionales europeas; la recaudación de dinero para casos de emergencia y, por último, el futuro de las Obras Misionales Pontificias.
Lo más destacado por parte de los asistentes fue el ambiente de compañerismo y fraternidad que se vivió durante todos estos días, además de la oportunidad de compartir proyectos, trabajos y desafíos de una labor que es común.