Seis años con el Papa Francisco: estado permanente de misión
- On 13 de marzo de 2019
OMPRESS-ROMA (13-03-19) El Papa está celebrando su sexto aniversario como Sumo Pontífice en oración, en la Casa del Divino Maestro en Ariccia, una localidad cercana a Roma. Allí, junto a los miembros de la Curia Romana, continúa el Papa Francisco sus Ejercicios Espirituales que se prolongarán hasta el 15 de marzo.
Entre los muchos ejes que articulan el mensaje de estos seis años de Pontificado destaca el llamamiento constante del Papa Francisco a una Iglesia en estado permanente de misión. En la carta con la que convocaba el Mes Misionero Extraordinario de este próximo octubre, recogía partes de su exhortación apostólica Evangelii gaudium: “«Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una ‘simple administración’. Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un estado permanente de misión». Con la confianza en Dios y con mucho ánimo, no tengamos miedo de realizar una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se conviertan en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral solo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús convoca a su amistad”.
La convocatoria del Mes Misionero Extraordinario, explicaba el Papa, no tiene otro fin que “despertar aún más la conciencia misionera de la missio ad gentes y de retomar con un nuevo impulso la transformación misionera de la vida y de la pastoral”.
Se busca “que todos los fieles lleven en su corazón el anuncio del Evangelio y la conversión misionera y evangelizadora de las propias comunidades; para que crezca el amor por la misión, que «es una pasión por Jesús, pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo»”, decía el Papa Francisco citando de nuevo la Evangelii gaudium, verdadero documento programático de su Pontificado.