OMPRESS-ANGOLA (5-11-18) Los Misioneros de la Consolata acaban de inaugurar una nueva misión en Angola. Desde 2014 están presentes en este país y, con la misión que se ha abierto en Luacano, diócesis de Angola, serán ya tres las comunidades de esta congregación misionera en el país africano.

Se trata, como explican los misioneros, de una misión verdaderamente “ad gentes”, en una de las regiones de Angola más alejadas y necesitadas, incluso desde el punto de vista eclesial, con una minoría de católicos de sólo el 8%.

La misión se abre a invitación del obispo de Luena, el misionero salesiano argentino Mons. Tirso Blanco, que ha hecho todo lo posible para que estuvieran presentes en su diócesis, y dar respuesta a los grandes desafíos de esta iglesia local. Estos desafíos son, sobre todo, las grandes extensiones, la escasez de clero y el bajo desarrollo humano de la población. Durante dos años se ha ido preparando esta nueva presencia misionera, a través de contactos y visitas de los religiosos. Ha sido una preparación en la que se han implicado dos comunidades y parroquias en la que están presentes los Misioneros de la Consolata, Kapalanga y Funda, que se han implicado con los misioneros a través de la oración y de la aportación económica.

El domingo 28 de octubre, el misionero de la Consolata, Luiz António de Brito, en presencia del obispo de Luena, tomaba posesión como párroco de la parroquia de Santa María de Luacano. Una misión que sólo existe en el papel y que es necesario construir con paciencia, espíritu de sacrificio y con la ayuda de todos. A la comunidad de Luacano pertenecerá también el recién ordenado padre John Kyara.

Luacano es una población de la provincia angoleña de Moxico, con 13.573 kilómetros cuadrados y cerca de 27.000 habitantes. A unos 1.600 kilómetros de Luanda, la capital de Angola, la región está cerca de la frontera con el Congo y Zambia, y está formada por llanuras pantanosas. La guerra civil fue muy intensa en esta región, lo que llevó al abandono pastoral.