“Tengo amigos musulmanes que darían la vida por mí”

“Tengo amigos musulmanes que darían la vida por mí”

  • On 8 de julio de 2021

OMPRESS-BURGOS (8-07-21) La segunda jornada de la Semana Española de Misionología de Burgos contó con la presencia del cardenal Cristóbal López, arzobispo de Rabat, que compartió su experiencia de diálogo interreligioso y de encuentro con el mundo musulmán.

Este salesiano de Almería, misionero en Paraguay y Bolivia, fue nombrado arzobispo de Rabat en 2018, aunque ya había estado en una parroquia de esta diócesis de 2003 a 2009. Tras ser creado cardenal en 2019, fue elegido como Miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. Su ponencia versó sobre Diálogo Interreligioso fraterno y Misión.

Con el lenguaje de un buen comunicador, reconoció que el número de cristianos y sacerdotes en el país vecino es muy reducido: “El cristiano es Evangelio vivo que puede ver un musulmán que jamás comprará una Biblia”. Insistió que en un misionero el “diálogo interreligioso no es una moda, sino una actitud tan antigua como la Revelación misma”. No se trata de charlatanería, sino de participar de Dios que se hace Palabra (también en el Corán), mensaje y conversación. Desde esta premisa animó “a no hablar tanto de los musulmanes, sino con los musulmanes”.

El diálogo interreligioso tiene cuatro pilares: vida compartida como ciudadanos; obras que buscan un mundo más humano; fe en un único Dios; fe que lleva a rezar juntos. El encuentro en estos caminos lleva al mutuo conocimiento de una raíz cultural-religiosa común en tradiciones tan importantes como la Pascua cristiana y el Ramadán: “El Ramadán rememora la fiesta del sacrificio de Abraham. El símbolo del cordero, tan importante en el mundo musulmán, es tomado por los cristianos, en contexto Pascual, referido a Cristo. Cuando se profundiza en la raíz común (Abraham) se reconoce el sentido profundo de las tradiciones”.

Por otro lado, el diálogo presupone una serie de condiciones: fuerza de la identidad, coraje de la alteridad y la sinceridad de las intenciones. La “cultura del diálogo” es un largo camino a recorrer desde ambas partes, sin prejuicios y sin otras pretensiones.

Tras la ponencia, varias preguntas de los asistentes se centraron en el fanatismo islámico en diversos países africanos como Mozambique. El cardenal insistió que en las acciones del Daesh, sus miembros actúan de forma indiscriminada y, normalmente, son más los musulmanes que mueren que los cristianos. Se trata de acciones deplorables e injustificables. Son posturas extremas y minoritarias, condenadas por la mayor parte de los musulmanes. Ahora bien, la utilización frecuente por parte de los Medios de Comunicación no ayuda para avanzar en el diálogo, dado que una postura extrema y minoritaria repetida tantas veces se interpreta como general.

Insistió en no aplicar el criterio tan invocado de la reciprocidad: “si no nos dejan hacer una iglesia en su país, tampoco les debemos dejar hacer una mezquita en España”. “Si Dios hiciera esto con los cristianos, dejaría de amarnos”. El cristiano debe amar como Dios ama, debe dialogar como Dios se revela. No debe estar buscando la contrapartida. Ahí está la clave del verdadero diálogo constructivo. Quien está en esta clave no habla de los musulmanes, sino que habla con los musulmanes como amigos.

Después de la conferencia, Mons. Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, recién llegado de celebrar San Fermín, clausuró la 73ª Semana Española de Misionología. Agradeció este esfuerzo por la formación de los 50 matriculados, así como la importancia de Obras Misionales Pontificias y la Facultad de Teología del Norte de España, en apostar por este encuentro. Ya ha comenzado la preparación de la 74ª SEM, que tendrá lugar los días 4-7 de julio de 2022. Así se comunicó en el café y foto final.

 

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