Ser “Amante de la Cruz” en Tailandia

Ser “Amante de la Cruz” en Tailandia

  • On 9 de septiembre de 2022

OMPRESS-TAILANDIA (9-09-22) Las Amantes de la Cruz son una congregación religiosa fundada en la misma Tailandia hace nada menos que 350 años por Pierre Lambert de La Motte, quien fuera también uno de los fundadores de las Misiones Extranjeras de París y él mismo misionero. Hoy, con 4.000 religiosas, son la congregación más numerosa de Tailandia.

El pasado 3 de septiembre han celebrado este 350 aniversario en la Iglesia de San José, en Ayutthaya, al norte de Bangkok, el lugar donde fueran fundadas en 1672. Las hermanas se dedican a la docencia y a las obras sociales, entre otras actividades al servicio de la Iglesia. Desde las Misiones Extranjeras de París se han puesto en contacto con una de las religiosas de esta congregación, la hermana Waraporn Punwilai, profesora de inglés en la escuela Marie-Upattham en Sri Saket, al noreste de Tailandia. “Cristo crucificado es el centro de nuestra vida”, explica, “la espiritualidad de la congregación tiene sus raíces en el Evangelio de Lucas: ‘El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz de cada día y sígame’ (Lc. 9, 23)”. Ha estado presente en la celebración de Ayutthaya y se ha emocionado al ver a tantas religiosas juntas. A algunas no se han visto en décadas.

A estas celebraciones se ha unido otra congregación tailandesa, las hermanas del Sagrado Corazón de Jesús de Bangkok, que nacieron de las Amantes de la Cruz, pero que, establecidas en Samsen, se “especializaron” en la atención a las comunidades de cristianos vietnamitas en la capital de Tailandia, para los que la espiritualidad del Sagrado Corazón ha sido siempre muy importante. Son como dicen ellas las “Amantes del Sagrado Corazón de la Cruz”.

“Jesucristo Crucificado, que es el único objeto de mi corazón”, escribía Lambert de La Motte, y esta cita de aquel intrépido misionero ha inspirado ayer y hoy a estas religiosas en su labor apostólica. La imitación de Cristo, que se entrega totalmente a los hombres y mujeres hasta la muerte. Su Amor desinteresado, libre e ilimitado, que debe ser el centro de cada actividad diaria. Por eso llevan como lema “Crux Sacra sit mihi lux”, “Que la Santa Cruz sea mi luz”.

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