Niños refugiados en Uagadugú, cuando la malnutrición es el problema

Niños refugiados en Uagadugú, cuando la malnutrición es el problema

  • On 4 de noviembre de 2020

OMPRESS-BURKINA FASO (4-11-20) Son diez los proyectos apoyados por Infancia Misionera en Uagadugú, la capital de Burkina Faso, entre ellos, el apoyar el Centro para Niños “Sainte Thérèse de Loumbila”, donde las s Hermanas Misioneras Obreras de la Inmaculada Concepción cuidan a 50 niños huérfanos. Este centro fue creado en 1995 por las hermanas y se encuentra en Loumbila, a 18 km al noreste de la capital. El proyecto tiene como objetivo la construcción de nuevos embalses de recogida de agua (instalación eléctrica, semillas, etc.) y un laboratorio (cultivo, cosecha y preparación) para aumentar la producción de espirulina y garantizar la autofinanciación del centro. La espirulina es un complemento alimenticio muy valioso que se extrae de algas y es una importante fuente de proteínas, vitaminas y minerales. Será utilizado para los niños con dificultades, tanto en Loumbila como en otros centros médicos y sociales de la región.

Junto a este proyecto la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, gracias a la generosidad de niños y adultos con la campaña del año pasado, se ha podido ayudar también a los refugiados de las parroquias de Luinooge, con la compra de víveres y bienes de primera necesidad. Los ataques yihadistas que han tenido lugar en las zonas rurales de Burkina Faso, con el incendio de sus casas y campos, ha llevado a muchas familias a refugiarse en Uagadugú, buscando la protección en la ciudad. Aquí en Luinooge acogen a 250 niños con sus madres.

Esta situación de abandono y desarraigo de los refugiados ha llevado a nueve parroquias a organizarse para atender a 200 niños de familias que lo han perdido todo. Se les ayuda con alimentos pero también se han organizado clases y se les intenta en la medida de lo posible escolarizarles. Por ello también se ha ayudado a un proyecto de plantación de árboles en numerosas parroquias de Uagadugú, con el fin de tener lugares de encuentro para estos niños. Una forma de conjugar la formación en la importancia del cuidado del medio ambiente y lograr sombra para los lugares de formación. En total más de 50.000 euros destinados a cuidar de los más pequeños, fruto de quienes cumplen el lema de la Infancia Misionera: “los niños ayudan a los niños”.

 

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