La vuelta a Ranchi, India, del misionero jesuita Camille Bulcke

La vuelta a Ranchi, India, del misionero jesuita Camille Bulcke

  • On 14 de marzo de 2018

OMPRESS-INDIA (14-03-18) Los restos del jesuita belga Camille Bulcke, o Baba Bulcke, como era llamado, por fin descansan en Ranchi, la ciudad del noreste de la India. El cuerpo del misionero belga fue exhumado el 5 de marzo para ser llevado y enterrado en la capital del estado de Jharkhand.

Responde a las peticiones hechas desde Ranchi, donde el misionero es venerado por su destacada aportación a la educación entre los pueblos indígenas, al idioma hindi y a la cultura local, señaló el provincial jesuita de Ranchi, el padre Joseph Marianus Kujur. El padre Bulcke murió en Nueva Delhi en 1982 y, por razones prácticas, fue enterrado allí. Hoy se procederá a su entierro en el Campus del St. Xavier’s College, en el que fue jefe del Departamento de Hindi y Sánscrito.

Bulcke llegó a la India en 1935. Tenía sólo 26 años y se enamoró del país, de su gente y de su idioma. Su tesis doctoral la presentó en 1945 en hindi, y se dedicó a apoyar a la gente y su idioma. Así, diez años después publicaba un diccionario inglés-hindi técnico y, en 1968, el Angrezi Hindi ShabdKosh (un diccionario Inglés-Hindi), quizás el diccionario más popular de toda la India. Era un purista del lenguaje y hacía esfuerzos para que los estudiantes y universitarios no hablaran “hinglish”, mezclando palabras en inglés en oraciones en hindi. Dominaba también los dialectos brajbhasha y awadhi, además del sánscrito, del que fue profesor.

Bulcke se ofendía cuando se le nombraba con la expresión “un erudito extranjero del hindi”. Recordaba que había adquirido la ciudadanía india en 1951. El gobierno indio le concedió el reconocimiento Padma Bhushan, uno de los más importantes del país, por su apoyo a la cultura india. También, en su país de nacimiento, era miembro de la Real Academia Belga.

Con su bicicleta, siempre se acercaba a estar con la gente, sobre todo con los adivasis. Compartía sus tradiciones. Para él, no había conflicto entre su fe cristiana, su amor por la India y los discursos religiosos hindúes y sus tradiciones filosóficas.

 

 

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