Jesús Torres Bravo, misionero y maestro de misioneros

  • On 9 de junio de 2025

OMPRESS-MOZAMBIQUE (9-06-25) Ha fallecido en el Hospital de Nampula, Mozambique, Jesús Torres Bravo, sacerdote misionero de Segovia, miembros del Instituto Español de Misiones Extranjeras. Fue protagonista en 2023 de un vídeo de campaña de las Obras Misionales Pontificias, donde hablaba de su vocación y de sus muchos años de misión en Mozambique.

Nacido el 26 de mayo de 1945 en Pinillos de Polendos, ingresó en el Seminario de Segovia, donde cursó Humanidades y Filosofía. Posteriormente, pasó al seminario del IEM, el Instituto Español de Misiones Extranjeras, para completar sus estudios teológicos. Fue ordenado sacerdote el 31 de mayo de 1970. Durante sus primeros años como sacerdote sirvió en diversas parroquias de la diócesis de Segovia, como El Espinar y San Frutos. Poco después, respondió a la llamada misionera y marchó a Mozambique, donde desarrolló una intensa labor durante más de 30 años. Su experiencia en tierra africana marcó profundamente su vida y ministerio. A su regreso a España, continuó sirviendo en comunidades rurales, como Aguilafuente y sus anejos, y más recientemente, en Madrona y sus pueblos cercanos. También fue delegado diocesano de Manos Unidas, destacando por su implicación en la promoción de la justicia y la solidaridad.

Ayer, Domingo de Pentecostés, fallecía en el hospital de Nampula, Mozambique, tierra donde siempre tenía su corazón y adonde había regresado en un periodo vacacional.

En 2023, Jesús Torres fue el protagonista del vídeo oficial de la campaña de Vocaciones Nativas de ese año. Cuenta cómo, cuando llegó a Mozambique, fue nombrado párroco en Beira. A su parroquia acudía con su familia un niño, Jorge, que se plantearía su vocación precisamente por el testimonio que le daban los misioneros, y, años más tarde, entraría en el seminario diocesano de Beira. Allí se volvería a encontrar a su antiguo párroco, nombrado ya rector del seminario. El misionero español acompañó así la vocación de Jorge y la de muchos otros chicos que, al igual que él, hoy ya son sacerdotes. Como reconocía Jesús Torres, uno de los regalos más grandes que Dios concede a los misioneros es que surjan vocaciones entre las comunidades a las que tantos esfuerzos han dedicado, para ser los herederos de la misión.

Comparte esta noticia en: