Francisco Almenar, el “jesuita vagabundo” de la Amazonia

Francisco Almenar, el “jesuita vagabundo” de la Amazonia

  • On 18 de noviembre de 2021

OMPRESS-BRASIL (18-11-21) Desde 1998 un Eguipo Itinerante recorre la zona de la triple frontera entre Brasil, Perú y Bolivia. Estos misioneros quieren ser cercanía y rostro de Dios en una de las “periferias” del mundo. El jesuita Francisco Almenar, Paco, forma parte de este equipo. Ha escrito contando un poco de su vida itinerante.

“Gracias por acordaros de este jesuita vagabundo, perdido en el corazón de la Amazonia… Me decís que te cuente algo… Pues vivo hacia al sur de la Amazonia, en un pueblito llamado Assis Brasil, en las tres fronteras Brasil-Perú-Bolivia, y visito comunidades ribereñas, aldeas indígenas y comunidades urbanas de los tres países, pues en el suelo no dice que sea un país ni un pueblo diferente ¡gracias a Dios!

Acompañamos a las comunidades cristianas; a los pueblos indígenas que luchan por preservar la selva de las empresas mineras y madereras y ser reconocidos en sus territorios; a los pobres de los pueblos y ciudades que persiguen salir de su pobreza; y a los inmigrantes (particularmente haitianos, venezolanos y también africanos) que atraviesan estas fronteras tras de una vida mejor y llegan explotados por todos (policías, coyotes, taxistas, comerciantes…). ¡Os pido oraciones por todos ellos y para que nuestra presencia y trabajo les ayude a alcanzar la vida humana que Dios desea para todos sus hijos e hijas!

Esta semana estuvimos visitando una comunidad ribereña y una aldea indígena y tuvimos que caminar unas cuatro horas y media por la selva, pues el coche de la parroquia no pudo llegar más cerca. Me gusta caminar, sobre todo a la sombra de la floresta, pero lo malo fue cargar con la mochila (con la hamaca, las cosas de la Misa y otros materiales) que al principio pesaba unos 8 ó 10 kilos, pero al final parecían 80… casi no llego, pero llegué. A la vuelta, dos jóvenes nos llevaron de moto un buen pedazo, si no, creo que todavía estaríamos allá… ¡je, je, je! ¡Y la vida continúa!”.

 

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