300 antiguos “niños de la calle” veneran en Filipinas las reliquias de Santa Teresita

300 antiguos “niños de la calle” veneran en Filipinas las reliquias de Santa Teresita

  • On 22 de febrero de 2018

OMPRESS-FILIPINAS (22-02-18) Las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús, la copatrona de las misiones junto a San Francisco Javier, están recorriendo las diócesis de Filipinas. Este viaje a través del mundo busca satisfacer una de las promesas de esta santa carmelita, tan querida: convertirse en misionera hasta el fin de los tiempos, llegando a hasta las islas más remotas.

En estas últimas semanas las reliquias han sido veneradas en comunidades, iglesias y santuarios filipinos, pero quizás una de los lugares más entrañables de este periplo haya tenido lugar el pasado sábado en Quezón City. Las reliquias estuvieron presentes el sábado en el centro Tulay ng Kabataan (TNK), en tagalo, “puente de la juventud”. TNK lleva ayudando a los niños de la calle y a los habitantes de los “bidonvilles” desde 1998. Más de 350 de estos niños recibieron los restos de la santa carmelita, con un impresionante silencio. Después se celebró una misa y los pequeños pudieron acercarse y pasar la mano por el relicario.

Como informaba la Conferencia Episcopal Filipina, la misa fue celebrada por el director del Tulay ng Kabataan, el padre Matthieu Dauchez, un misionero francés, como la santa. Grégoire Méteyer, que trabaja en esta iniciativa por los más pequeños, decía que “incluso los niños más pequeños permanecieron muy callados y meditativos durante la Misa. La mayoría de ellos quedaron impresionados con las reliquias, y poder tocar el relicario fue un momento impresionante para ellos”.

También reconoció que el acto tuvo su momento gracioso, cuando algunos niños preguntaron que, si en el relicario sólo están los huesos, dónde está el resto de Santa Teresa.

Todos pidieron a la santa francesa que intercediera por las necesidades de la misión diaria del Tulay ng Kabataan. Como decía el mismo Méteyer: “Le he pedido que abra los corazones de nuestros jóvenes para que reciban la increíble fe que ella mostró en su vida. Estoy convencido que incluso un poco de esa fe sería de gran valor para llevar amor a la existencia de todos estos niños y restaurar su esperanza en el futuro”.

 

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