280 jóvenes en experiencias misioneras con la familia salesiana
- On 3 de julio de 2025
OMPRESS-ROMA (3-07-25) De Europa partirán 45 grupos, con un total de 280 jóvenes que vivirán una experiencia misionera de 1 mes, 3 meses o 1 año. Se trata de jóvenes que han vivido con los salesianos o las Hijas de María Auxiliadora un proceso de formación, y vivirán esta experiencia en un año jubilar y especial para la familia salesiana. Los salesianos están viviendo el 150 aniversario de la primera Expedición Misionera de la Congregación Salesiana (1875), y las Hijas de María Auxiliadora el trienio de preparación para el 150 aniversario de la Primera Expedición Misionera de este Instituto (1877), además de la canonización en el día del Domund de la hermana María Troncatti, misionera en Ecuador.
Como informan desde la familia salesiana, estos jóvenes, acompañados por las religiosas y religiosos, llegarán desde Europa a diferentes lugares para ser un puente de luz, alegría y esperanza para otros jóvenes que encontrarán en las diferentes realidades misioneras a las que están destinados. Son jóvenes que han seguido un proceso de formación y preparación durante el año. Normalmente esta formación se encuadra dentro de los procesos de Pastoral Juvenil Provinciales o por la Asociación VIDES, presente en varios países europeos, y por la Fundación Madreselva en España.
Los países de destino de estas experiencias misioneras serán: Albania, Angola, Azerbaiyán, Brasil, Bulgaria, Cammarata (Sicilia), Calais (norte de Francia), Egipto, Etiopía, El Salvador; Guînes (norte de Francia), Embu (Kenia), India, Lixeira (Angola); Madagascar (3 grupos), Mongolia (2 grupos), Moldavia, Rumanía, Sierra Leona, Sri Lanka, Eslovaquia, Tampa (EE. UU.), Tanzania, Túnez (2 grupos), Hungría, Zambia.
Los jóvenes que parten serán acogidos por las comunidades de salesianos e Hijas de María Auxiliadora de los lugares de destino, a través de actividades de acogida de migrantes, campamentos de verano para niños, apoyo escolar, visitas a zonas de guerra y a personas en situación de pobreza, y la distribución de alimentos, aportarán vitalidad y apoyo concreto a estas realidades. En un momento histórico en el que el mundo arde con nuevos conflictos que se suman a los ya existentes, los educadores de la familia salesiana se atreven a proponer a los jóvenes caminos para no permanecer indiferentes, para dejarse tocar y participar en lo que se está viviendo. Se pretende que, a través de pequeños gestos concretos, los jóvenes puedan experimentar los problemas de los demás en su propia piel, percibiendo al otro y cuidándolo, como el buen samaritano que no pasa de largo, sino que se detiene, reconoce y ofrece ayuda.
Estos son pequeños gestos concretos de un amor evidente como el de la misionera Annalena Tonelli. Tres meses antes de ser asesinada en Borama, Somalia (el 5 de octubre de 2003), tras casi treinta y cinco años de servicio a una humanidad herida en el Cuerno de África, había hablado en Forlì, su ciudad natal. En aquella ocasión, ella, a quien no le gustaba la fama ni las entrevistas y se definía como una “nadie, a quienes le pedían un mensaje para los jóvenes, les dijo: “Díganles que la vida es bella y que vale la pena vivirla al máximo. (…) que no tengan miedo y se entreguen al máximo, porque solo así la vida es bella… no hay nada más apasionante e impactante en el mundo que el amor verdadero, ese que se olvida de sí mismo para acordarse solo del hermano… sí, porque todos son nuestros hermanos… y no son teorías, ni utopías, ni delirios, ni sublimaciones”.